El próximo 19 de noviembre tenemos que decidir entre dos fórmulas presidenciales, que fueron elegidas para esa compulsa a balotaje en las elecciones del 22 de octubre. Así lo decidió el voto de las y los argentinos con el mismo régimen electoral validado por estos cuarenta años de democracia, confirmando lo que venimos diciendo: tenemos que optar entre representantes de dos proyectos.
Uno es un proyecto de País que toma sus decisiones sin condiciones externas, democrático, con trabajo, producción y justicia social, donde hay seguridad alimentaria para todas y todos. Donde con el desarrollo del mercado interno se define una matriz productiva que, a la par de sustituir importaciones, tenga capacidad para exportar producción con trabajo argentino agregado. Es el que garantiza las paritarias y la defensa de nuestros derechos laborales, es el que recupera producción y el empleo, es el comprometido con la inclusión social.
Sostuvimos y sostenemos que como dicen los hechos, que quienes tienen coincidencias para representarlo están en Unión por la Patria, con Sergio Massa, que fue el más votado el 22 de octubre.
El otro no es un proyecto de País. Es el de una sociedad sojuzgada por las finanzas y la deuda, con economía de ajuste y enajenación de los recursos naturales, como el petróleo y el litio, para pagarla. Donde los Oligopolios nos imponen precios exorbitantes, exigen mayores ajustes, reformas laborales degradantes, la anulación de los derechos previsionales.
Hoy su representante está en “La Libertad Avanza” que promete reformas regresivas, anular paritarias y convenios, derechos laborales y garantías constitucionales, conflictos permanentes y represión. Que esto es así lo dicen no solo sus dichos, sino también los hechos: Mauricio Macri y Patricia Bullrich encabezando el PRO han llegado a un acuerdo con Javier Milei y Victoria Villarruel pues tienen mucho en común: en nombre de la libertad de mercado prometen más libertad de acción para los grupos empresarios más poderosos, y cada vez menos libertad, menos posibilidades para vivir bien para la inmensa mayoría de la sociedad argentina.
Es por lo mismo que sus propuestas sólo pueden imponerse con represión, “exterminando”, e implican la reivindicación explícita de la Dictadura más cruel que padecimos, con esos mismos objetivos, también de lo que sufrimos durante el gobierno macrista: destrucción del entramado social y productivo, pérdida de empleo, valorización especulativa y no productiva del capital, remate de nuestros recursos naturales, cada vez ricos más ricos, cada vez más pobres con menos ingresos alimentarios.
No dudamos, nuestro país necesita una reforma estructural, pero esa reforma, como sostenemos desde siempre necesita basarse en acuerdos básicos, coincidencias con la mayor representación política y social, que permitan articular el respaldo necesario para llevarla adelante.
Es Sergio Massa, quien hoy nos convoca a construir 10 consensos básicos, en un camino de acuerdo de fuerzas políticas, económicas y sociales, al sostener:
“El primer gran acuerdo tiene que ser alrededor del trabajo y la producción. Nuestro enorme desafío como nación es el de defender a la industria nacional frente a tantas ideas y a tantos ataques sistemáticos de aperturas indiscriminadas de la economía que destruyen esfuerzo de empresarios y salarios de trabajadores.”
“…definir un modelo de producción y trabajo en el que desde los sectores de la economía popular hasta las grandes empresas de la Argentina sientan que construimos un país con mejora de ingreso, un proyecto de desarrollo de empresarios nacionales y un proyecto federal de distribución de la inversión en la Argentina porque ese es, tal vez, el desafío más importante.”
“Generación de empleo registrado, generación de buenos salarios, generación de inversión genuina frente a la especulación financiera y generación de crecimiento con inclusión para el desarrollo económico de la Argentina.”
Es también Sergio Massa, quien asume la necesidad de un Gobierno de Unidad Nacional para llevar adelante esos imprescindibles acuerdos y reforma estructural.
Es más, en la actual encrucijada, por ejemplo, dio los pasos necesarios hacia un imprescindible sistema tributario progresivo y simplificado: quien menos puede menos paga, quien más puede, más paga para alcanzar el superávit fiscal. Lo ha hecho en el caso del injusto impuesto a las ganancias en el sentido que la Asociación Bancaria sostiene; también en relación al IVA de la canasta básica para las familias de menores ingresos, con ello fortalece el mercado interno y a 23,5 millones de personas. Del otro lado se propone todo lo contrario.
No es menor su compromiso con la Banca Pública y para recuperar nuestra moneda, cuando Milei promete destruirla, cerrar el Banco Central y privatizar el Banco Nación.
Creemos con Sergio Massa que ese Gobierno de Unidad Nacional debe ser multisectorial, integrar representantes del movimiento sindical, de los movimientos sociales, de las organizaciones empresarias, a expertos de distintas disciplinas de todas las regiones del país, es decir no restringido sólo a representaciones político partidarias, pues como se ha comprobado, sin acuerdos básicos, sin suficiente representación social, sin la fuerza necesaria es imposible superar las restricciones internas y externas – comenzando por la renegociación integral con el Fondo Monetario – para que Argentina crezca con trabajo, producción, salud y educación pública y justicia social.
POR ESO HAY UNA ÚNICA OPCIÓN PARA EL 19 DE NOVIEMBRE
MASSA PRESIDENTE
Tu participación decide.
Buenos Aires, 14 de noviembre de 2023