Habiendo tomado conocimiento de algunas directivas, sugerencias u órdenes no escritas, de obviar deliberadamente las disposiciones internas, administrativas y de seguridad regladas advertimos:
Que los trabajadores y trabajadoras, siempre estaremos para colaborar y propender a la realización y concreción de las tareas encomendadas, no así para desconocer las disposiciones internas.
Además, experiencias cercanas dan cuenta que de nada vale el esfuerzo, de nada vale la cooperación, de nada vale la ayuda, si al momento de aparecer una supuesta irregularidad, todos los involucrados “son culpables hasta que se demuestre lo contrario”; desconociendo la presunción de inocencia que regula nuestro marco jurídico, quedando a merced de una investigación, que se hará con las normativas en la mesa y la tranquilidad de una oficina vacía, sin murmullos ni salones colapsados y sin tener en cuenta el contexto operativo, el nivel de presión o la sobrecarga existente al momento de los hechos.
Por esto exhortamos a que se abstengan de requerir o permitir procedimientos administrativos, sabiendo que los mismos no se adecuan a las disposiciones vigentes y eviten ejercer presiones ante las negativas de cumplir ese tipo de órdenes, cuando saben o deberían saber los ordenantes que la misma no está normada.
Del mismo modo, recordamos que las horas extras son de carácter optativo y no obligatorio. Deben ser la excepción y no la regla. La necesidad de recurrir sistemáticamente a horas extraordinarias evidencia claramente una insuficiencia personal. Esta situación no puede naturalizarse ni utilizarse como reemplazo de una solución estructural, que debería adecuarse las dotaciones conforme a la demanda operativa real. Cada hora extra trabajada debe ser debidamente abonada según lo establecido en el convenio colectivo de trabajo vigente. Rechazamos cualquier intento de naturalizar la realización de horas extraordinarias sin compensación ni regulación.
No somos responsables de la disminución de las dotaciones existentes, cuando es conocido el incremento de las operativas en cada filial, sucursal u anexo.
Es nuestra responsabilidad, preservar la integridad moral, psicológica y legal de nuestros representados, deslindando cualquier responsabilidad administrativa o patrimonial, que se desprendan de lo supra mencionado.
Sergio Gimenez
Secretario General
La Bancaria Seccional Mendoza