Cada 8 de marzo conmemoramos el Día Internacional de la Mujer , una fecha que no solo recuerda la lucha histórica por la igualdad de derechos, sino que también destaca el papel fundamental del sindicalismo en la defensa de los trabajadores.
Un origen marcado por la lucha obrera.
El 8 de marzo tiene su raíz en las luchas de las mujeres trabajadoras de fines del siglo XIX y principios del XX, quienes enfrentanban condiciones laborales precarias, jornadas extenuantes y salarios muy por debajo de los de sus compañeros varones. En 1908, un grupo de obreras textiles en Nueva York inició una huelga exigiendo mejores condiciones de trabajo y el derecho al voto, en un contexto de explotación y abuso.
En 1911, un incendio en la fábrica Triangle Shirtwaist de Nueva York, donde más de 120 trabajadores murieron encerrados sin posibilidad de escapar, visibilizó la urgente necesidad de mejorar las condiciones laborales. Estos acontecimientos impulsaron a la Segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, en Copenhague, a proclamar el Día Internacional de la Mujer como una jornada de lucha.
Las mujeres y el sindicalismo: un camino de conquistas
Desde sus inicios, el sindicalismo ha sido un pilar clave en la conquista de derechos para las trabajadoras. En un mundo laboral históricamente desigual, las organizaciones sindicales han luchado por:
Equipación salarial: Exigir igualdad de remuneración por igual trabajo.
Condiciones laborales dignas: Jornadas reguladas, licencias por maternidad y protección contra la violencia laboral.
Participación en la toma de decisiones: Fomentar el liderazgo femenino en las estructuras sindicales.
En el sector bancario, las trabajadoras han sido protagonistas de numerosas conquistas. Gracias a la lucha sindical, se han logrado avances significativos en la protección de sus derechos, como licencias por violencia de género, lactarios en los lugares de trabajo y mejores condiciones para conciliar la vida laboral y familiar.
Un compromiso que continúa
A pesar de los avances, la lucha por la equidad de género en el ámbito laboral sigue siendo una prioridad. La precarización, la brecha salarial y la falta de acceso a puestos jerárquicos son desafíos que debemos seguir combatiendo desde el sindicalismo.
En este 8 de marzo , desde La Bancaria , reafirmamos nuestro compromiso con la igualdad de oportunidades, la erradicación de la violencia de género y la promoción de una mayor participación de los trabajadores en todos los niveles del sindicato y del ámbito bancario.
Porque la historia nos demuestra que la organización y la lucha colectiva son el camino para construir un mundo más justo.
¡Feliz Día de la Mujer Trabajadora!